Paraná-Entre
Ríos, Sede de la Fortaleza-Providencia, La Santa y Nueva Argentina – 31 de
octubre de 2012
¿Quién quiere sembrar la
contradicción? Abramos los ojos y los
oídos a Nuestra Madre, a nuestro corazón y el sentido común.
Todos conocemos los reclamos al
Gobierno Nacional por parte de la clase media, el “medio pelo” argentino que
suele reaccionar sólo cuando les tocan sus propios intereses, pero que no son
capaces de mirar más allá de su ombligo. Y
ésta es una condición generalizada en toda la sociedad, quien más, quien menos.
Y en realidad no está mal, es lógico
que sea así, el problema es cuando solo nos cerramos y disminuimos toda nuestra
apreciación de la realidad, cuando comenzamos a comportarnos como egoístas y
nos aferramos caprichosamente a “lo que me hacen a mí”.
Sobre todo porque ahí es cuando nos
olvidamos quién es el verdadero enemigo, el Enemigo representado por
intereses extranjeros que sólo promueven la contradicción y la división entre
nosotros, porque nosotros nos olvidamos, pero el enemigo sabe bien que ‹toda estructura se destruye por dentro›. O en
criollo, dicho por Martín Fierro: ‹si
los hermanos se pelean se los comen los de afuera›
¡Nos
olvidamos que para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino!
Y
de esta forma, se van apoderando de nuestras voluntades, tergiversando los
reclamos genuinos, que en realidad son en contra de la llamada democracia
actual, que como sistema, ya murió.
Incluso quienes están a favor del
modelo K, lo único que logran con sus discursos “en defensa” de Cristina, es
echar más leña al fuego, el fuego de la contradicción.
Por eso, este día que han elegido para
dividir al pueblo, el 8 de Noviembre, es el aniversario en que se manifiesta
Nuestra Señora para decir ¡Basta! de circo, porque finalmente todo el circo es
para acallar la Verdadera Revolución, que ya es y es inminente, la Revolución
del sexo, de la mujer.
Y aquí viene Ella, Mujer, completa en
carne y hueso en todas para traer la verdadera Paz a esta Tierra elegida La
Argentina. Porque todos somos responsables de dar Paz y no Guerra, por eso
¡démonos cuenta! Los Argentinos, unidos, jamás serán vencidos.
Miremos
al frente y pongámonos por encima de la contradicción y hagámonos cargo de
Nuestra Misión: Faro del mundo, y la Luz de ese faro: María en cada mujer,
Nuestra Señora de la Justicia, la Verdad y el Amor.
Juana Rosario Idoriel
Único Movimiento de Mujeres
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