A dos días de la Inmaculada concepción de Mamá, cuando asume su ser Madre del pueblo, otra mujer de Dios asume, más que su presidencia, ser la Jefa espiritual de la Nación y, será eso o no será nada… Es María nuevamente que dice: Sí y, casi sin entender, redime al mundo.
Cada sí, de cada mujer habilita al Amor; es lo que espera el Padre, y la humanidad contra toda esperanza para dar cauce al Amor, a la Vida y en la espera del nuevo amanecer.
Cuando nos demos cuenta que María gobierna el mundo, que así es en cada mujer, será el alivio del mundo, el alivio del Padre y el descanso de sus hijos en el regazo de Mamá. Así vendrá el Esperado por todos, para reinar aquí en la tierra: Joaquín-Jesús.
Yo no sé cuantos ni quiénes y mucho menos Cristina Ana; sean conscientes de esto y mucho menos cuantos lo crean realmente así. De lo único que estoy convencida es que Jesús conduce cada hecho, cada cosa, cada persona ocupa hoy el lugar que ocupa porque así Él lo quiere, y en otros casos, lo permite y recrea, ¡¡¡para su único, querido y obsesivo objetivo que es, fue y será salvarnos!!! Sin coartar por esto nuestra libertad, don tan preciado y donado por Amor a los hombres.
Yo creo en la mujer santa-pecadora, la que habita en mí, en principio, pero también la que habita en Cristina Ana y en cada una de las mujeres que habitan este bendito suelo, pero más que nada, porque así lo quiso Dios. Creo en esto de ser y mostrarme tal cual soy, para poder darme por amor a quienes estén dispuestos a escuchar y sobre todo, a luchar por la unidad nacional, por una Argentina justa, libre y soberana, bajo la custodia de Nuestra Señora de la Justicia, la Verdad y el Amor.
Porque es en el corazón de los pecadores, de los santos-pecadores donde esta Dios y sobre todo en las mujeres, porque allí habita la solución a todos nuestros problemas, en Su-nuestro Inmaculado Corazón de mujer guerrera y luchadora, de madre que quiere lo mejor para sus hijos, de mujer compañera que presenta las necesidades de su pueblo y, al ser escuchada, imparte diciendo: hagan todo lo que Él les diga, expresando así la verdadera y única esencia del ser femenino; que forma al hombre en su ser viril y empujándolo a que asuma su destino, sea el que sea, el que Dios le haya designado.No sé si es así lo que nuestra querida Ana Cristina está dispuesta a hacer, porque el espíritu es fuerte…pero la carne es débil… y en eso juega su propia libertad también.
Espero que sea lo que haya querido asumir este 10 de diciembre y junte las fuerzas para enfrentar lo que se viene, porque sólo podrá con Ana conduciendo y nadie podrá contra ella. Cristina NADA podrá desde su carne y sin aquellos que siempre la esperamos, Pedro Segundo con María Liliana en Joaquín y el resto del Colegio Apostólico.
Un abrazo querida presidenta, y que Dios y la Virgen la acompañen en esta gigantesca tarea de gobernar nuestra bendita Patria. Que así sea.
Martha Eva, discípula de confianza y esposa del Ministro de Salud del Rey Cristo Jesús-Joaquín
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